La Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP) y la comarca de la Jacetania trabajan en el diseño de una experiencia turística piloto que contribuya a difundir las navatas, una tradición que ha sido recuperada para homenajear la valentía de quienes recorrían durante siglos los ríos sobre unas enormes barcazas de troncos de madera. Esa iniciativa turística, además de dar a conocer a la sociedad la actividad de las navatas, pretende impulsar el crecimiento de la economía local y generar empleo en la comarca. Ha sido promovida por la FAMCP, en coordinación con la Comarca de la Jacetania, en el marco de la Red de Experiencias Turísticas Basadas en La Tradición Rural- RETTURN y está financiada con los fondos europeos Next Generation.
Además de las navatas, la FAMCP ha seleccionado otras dos actividades inmateriales con larga tradición en Aragón: la trashumancia, en la comarca de la Sierra de Albarracín, y el toque del tambor, en el Bajo Aragón, en las que también se van a realizar experiencias turísticas específicas.
En una reunión celebrada esta semana en la Oficina Turística de Hecho, representantes de la FAMCP, responsables de la Comarca, agentes económicos, turísticos y sociales han analizado posibles experiencias que potencien el turismo de la zona y ayuden a la promoción de esta actividad tradicional que, desde la antigüedad hasta mediados del siglo XX, servía para trasladar por el río la madera desde los bosques del Pirineo hasta su desembocadura en Tortosa, donde acudían los madereros para su compra. En el valle de Hecho, el transporte fluvial de la madera fue clave en su economía a partir del siglo XVI. La madera extraída de los bosques chesos se transportada por el río Aragón Subordán. Las navatas se formaban entrelazando los maderos con sarga y los remos dirigían las enormes barcazas que eran tripuladas por chesos que se jugaban la vida, luchando con las bravas aguas del Aragón Subordán. El desarrollo de las comunicaciones y los embalses mermaron la actividad hasta que la tradición fue recuperada en la década de los 80 como una forma de reconocer a quienes recorrían los ríos a lomos de troncos.
En 2013, el Gobierno de Aragón declaró la cultura del transporte fluvial de madera como Bien de Interés Cultural Inmaterial. En 2021, esta tradición fue declarada Patrimonio Inmaterial Cultural de la Unesco.
Principales tradiciones
La FAMCP, junto a las federaciones territoriales de municipios de Extremadura, Andalucía, Canarias, Galicia y Valencia, integra la Red RETTURN que tiene como objetivo la recuperación del patrimonio inmaterial para dar respuesta a la despoblación de las zonas rurales, a través de la creación de experiencias turísticas basadas en tradiciones locales ligadas al entorno rural, puesta en valor de este patrimonio cultural y recuperar lo rural como foco de atracción turística. Mediante la protección y promoción del patrimonio inmaterial se permite salvaguardar la gastronomía, folclore y tradiciones.
Andalucía va a potenciar las tradicionales jarapas; la fiesta de las Cruces de Mayo que se celebra en primavera en la provincia de Huelva y la tradición del vidrio soplado. Canarias ha seleccionado el conocimiento agrario de la Isla de la Gomera, los telares y el Rancho de Ánimas de Valleseco. Extremadura promoverá la fiesta de la matanza del cerdo ibérico, el cultivo del Pimentón de la Vera y la Ruta de Contrabando de la Raya. Galicia ha seleccionado el patrimonio popular apícola existente en los dominios del oso pardo; la ganadería de montaña, trashumancia, valores ambientales y uso del agua; y las pallozas y techos de paja como símbolo de economía verde y circular. Por último, Valencia, las celebraciones en torno al fuego, los juegos y deportes autóctonos, y el Cant Valencià D’Estil-Albaes.
¿Qué es la Red Retturn?
La Red de Experiencias Turísticas basadas en la Tradición Rural- RETTURN forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por el Gobierno Central para canalizar los fondos Next Generation destinados por Europa a reparar los daños provocados por la crisis del COVID-19. El proyecto RETTURN tiene un plazo de ejecución de 18 meses y un presupuesto global de 1.200.000 euros.